- Versión en Español -
La Capilla Oculta
Ese segundo viaje a Córdoba fue un descubrimiento, en lo personal y lo espiritual. Luego de visitar varios lugares y asentarme en el pueblo de Mendiolaza comencé a recorrer los pueblos aledaños con la guía y las recomendaciones de un amigo.
Es así como llegué a Unquillo con el dato de conocer un lugar maravilloso, La Capilla Buffo. Comencé a subir lentamente la pendiente natural rodeada de bellas casas, hosterías, y una flora envolvente que aplacaba el calor de Enero.
Ascendí con entusiasmo y ansia, bebiendo el agua mientras se erguía mi cuello para observar el horizonte elevado donde descansaba una extraña torre, secundada por una extraña cúpula ojival de color tan blanco como una nube de sueño de niño . Percibí una extraña sensación, como si algún alma ajena a esta dimensión hubiese depositado con las palmas de sus manos desde el cielo esa construcción casi surrealista entre la frondosa sierra.
Comenzamos la visita en su interior. Fue como atravesar otro portal, introducirse en el alma de Buffo…ahí creo que latía su corazón, pude escucharlo.
Ver esos frescos pintados en el muro de esa cúpula me causaron mucha melancolía, diría… una tristeza que rebota en cada paso silencioso que daba. Como pintor que soy también, quedé admirado por su sensibilidad artística.
Eso no era todo…al escuchar el relato de su historia, mi cabeza entretejida imágenes y diálogos que se escucharon hace mucho tiempo allí, como si seres fantásticos ocultos en la flora que lo rodea llevaran entre los visitantes recuerdos tristes y alegres para que yo los escuchase.
Luego se mezcló en mi plexo un sonido extraño que produjo un péndulo de Foucault, entre tanta fe pintada y sacro aroma, pensé, que ese paraíso era su tierra, Buffo había encontrado la manera de convertir la tierra en cielo y… ese sonido… quizás era su voz que resonaba dentro de mi cabeza para decirme que el amor puede ser eterno.
Alfredo Fontana “Crónica de visita a la Capilla Buffo “
- English version -
The Hidden Chapel
That second trip to Córdoba was a discovery, personally and spiritually. After visiting various places and settling in the town of Mendiolaza, I began to visit the surrounding towns with the guide and recommendations of a friend.
This is how I arrived in Unquillo with the fact of knowing a wonderful place, La Capilla Buffo. I began to slowly climb the natural slope surrounded by beautiful houses, inns, and an enveloping flora that eased the January heat.
I ascended with enthusiasm and eagerness, drinking the water while lifting my neck to observe the elevated horizon where a strange tower rested, seconded by a strange pointed dome as white as a child's dream cloud. I perceived a strange sensation, as if some soul alien to this dimension had deposited with the palms of his hands from heaven that almost surreal construction among the lush mountains.
We begin the visit inside. It was like going through another portal, entering Buffo's soul… there I think his heart was beating, I could hear it.
Seeing those frescoes painted on the wall of that dome caused me a lot of melancholy, I would say ... a sadness that rebounded with every silent step I took. As a painter that I too, I was admired for your artistic sensitivity.
That was not all ... when listening to the story of his story, my head interweaved images and dialogues that were heard a long time ago there, as if fantastic beings hidden in the flora that surrounds it carried sad and happy memories among the visitors for me. Be heard.
Then a strange sound was mixed in my plexus that produced a Foucault pendulum, among so much painted faith and sacred aroma, I thought, that this paradise was his land, Buffo had found a way to turn the earth into heaven and ... that sound ... perhaps it was his voice that echoed inside my head to tell me that love can be eternal.
Alfredo Fontana "Chronicle of a visit to the Buffo Chapel"
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